Arranquemos mirando el calendario.
No es lunes, es viernes.
¿Se puede comenzar con pequeños cambios el último día laboral de la semana?
Por supuesto, la sola idea de hacerlo desde algún lugar, (incluso mental) ya es un primer paso hacia y en pos del cambio positivo que sientes que necesitas. Porque si estás leyendo esto, es porque sabes que te mereces una oportunidad de sentirte mejor.
Día viernes
Con dos días de libertad por delante, lo mejor que puedes hacer es aprovechar el fin de semana para realizar actividades al aire libre. Pasar tiempo en la naturaleza puede ser beneficioso para tu salud física y mental.
Mental health: ¡Mental! Porque en algún punto hay que bajar (no solo kilos, sino también estrés).
Fitness routines: Puedes ir a dar un paseo en bicicleta, hacer una caminata por el parque, jugar algún deporte al aire libre o simplemente relajarte en un entorno natural.
"Exercise" es siempre un beneficio extra.
¿Meditar? Sería óptimo si te animas. ¡Stress management!
Pero el simple hecho de estar al aire libre te brinda la oportunidad de respirar aire fresco, recibir vitamina D del sol y desconectar del estrés diario. Además, la actividad física al aire libre es una excelente manera de mantenerse en forma y mejorar tu estado de ánimo.
Recuerda siempre tener agua a mano para mantenerte hidratado y protegerte del sol aplicando protector solar (depende de la hora, también es bueno recibir sol directo en la piel en las horas adecuadas). Disfruta del entorno natural, aprovecha el tiempo libre y recarga energías para empezar la próxima semana con más vitalidad y bienestar.
En cuanto a la alimentación, sin importar el día. Recuerda que elegir alimentos frescos y naturales por sobre los procesados, es el cambio principal (y menester) que tienes que lograr.
"Natural remedies" para nuestro cuerpo.
Empieza el día con frutas: Agrega frutas frescas a tu desayuno. Puedes hacer un smoothie con frutas y vegetales, o simplemente disfrutar de una pieza de fruta como plátano, manzana o naranja.
Healthy eating habits:
Prepara snacks saludables: Si eres de las que les gusta el picoteo, mantén frutas y verduras cortadas y listas para comer en tu refrigerador. Puedes preparar bastones de zanahoria, apio o pepino, y tener frutas como uvas, fresas o piña en envases pequeños. Así, cuando tengas hambre entre comidas, tendrás opciones saludables a mano.
Balanced diet: Añade color a tus comidas. Hace mucho que comparto esta idea sencilla e importante del plato de los 5 colores. Si agregas a tu dieta diaria 5 colores, nunca tendrás deficiencias de ningún tipo. Intenta incluir una variedad de colores en tus platos. Agrega verduras como brócoli, espinacas, pimientos o zanahorias a tus ensaladas, salteados o sopas. Además de aportar nutrientes, los colores vibrantes harán que tus comidas sean más atractivas visualmente.
Haz de las frutas y verduras (Superfoods) los protagonistas: Planea tus comidas alrededor de las frutas y verduras en lugar de considerarlas simplemente como acompañamiento. Por ejemplo, haz de las ensaladas una opción principal añadiendo proteínas como pollo, tofu o garbanzos, y mezclando diferentes tipos de vegetales.
Prueba nuevas recetas: Experimenta con recetas que incluyan frutas y verduras de formas diferentes. Por ejemplo, puedes hacer un batido verde con espinacas, kiwi y plátano, o añadir rodajas de tomate y aguacate a tus sándwiches. Explorar nuevas formas de preparar y combinar frutas y verduras puede hacer que sean más interesantes y deliciosas.
Hay tantas personas divertidas compartiendo recetas saludables en IG o TikTok, solo comienza a cambiar tu algoritmo y en vez de darle like a cosas que te hacen sentir inferior (o perder tiempo mirando la vida perfecta de personas imperfectas, elige por cuentas de personas que aportan ideas saludables).
Recuerda que el objetivo es aumentar gradualmente tu consumo de frutas y verduras. Con el tiempo, estas elecciones saludables se convertirán en parte de tus hábitos alimenticios y te beneficiarán en términos de nutrición y bienestar general.